Todos tenemos alguna referencia de alguna persona que hizo un cambio radical en su vida, puede ser alguien cercano o algún personaje famoso. La mayoría en sus testimonios mencionan un antes y después tras un suceso traumático (accidente, enfermedad grave, pérdida de ser querido y otros…). De esta forma hemos adquirido una Creencia generalizada que asocia el Cambio con el Sufrimiento. ¿Es esto así?
Rotundamente no. Sí es cierto que muchos hemos aprendido a raíz de sucesos muy dolorosos, sin embargo esto no significa que el dolor sea la oportunidad para aprender, sino el síntoma de lo apegados que estamos a nuestras creencias y precepciones sobre la vida. Hemos culpado tanto al entorno, nos hemos victimizado tanto sin mirar a nuestro poder interior, que a veces sólo un dolor muy grande consigue que paremos y miremos adentro.
El Cambio es la transformación de nuestra energía; un proceso natural que bloquean los patrones automatizados subconscientes. Una vez que liberamos patrones importantes vamos a seguir aprendiendo, a veces desde el gozo, disfrute, gratitud, inspiración, calma. ¿Seguiremos viviendo situaciones que activarán reacciones en nosotros y dolor? Sí, como humanos las emociones son indicadores internos para nuestras vidas; la diferencia está en el tiempo que permaneces en el dolor, cuando te apegas se convierte en sufrimiento y tu cerebro y cuerpo se identifican con él; cuando observas y aceptas sin juicio, lo transitas hacia otro estado emocional elevado.
Por tanto, no hace falta que esperes a estar peor para Cambiar; la transformación es para todos, sin condiciones.
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